Esta Sala pretende ser el puntapié inicial de una incursión barrial que exprese la heterogeneidad y se nutra de la participación de todas y todos. Un lugar, que rescate los diferentes elementos de la diversidad cultural que caracterizó al barrio para ayudar a la construcción de una identidad más auténtica.
Tres íconos que hablan por sí solos, caracterizan este rincón de
Sentimos que Gardel y Luca marcan un continuo sociocultural que nos une intergeneracionalmente, comprendiendo a jóvenes, no tan jóvenes y mayores. Una especie de principio y fin -que no termina realmente- que integra, desde sus diferencias, la cultura popular que gestó el Abasto.
El tango y el rock cruzados transversalmente por el "Mercado de Abasto Proveedor" y por las creaciones y expresiones de artistas, vecinos y luchadores sociales que supieron dejar su huella.
De esta manera, podría pensarse a Luca como a una manifestación contemporánea del inmigrante del Siglo XIX, que se queda y se nutre de lo que somos, pero a su vez nos cambia.
Con su repertorio a cuestas y con una sensibilidad musical digna de admirar, barrió de plano las nociones fundacionales de nuestro rock nacional, sirvió de inspiración para una nueva generación rocker y desdibujó la solemne distancia entre el escenario y el público.
En los difíciles tiempos de
Hoy, el Abasto, Gardel y Prodan siguen presentes en la memoria colectiva de nuestro barrio, y con este emprendimiento pretendemos recuperarlos en forma activa, con el afán de construir desde la diversidad una identidad colectiva plural.
